marzo 28, 2024
Últimas Noticias

LA PERSPECTIVA

By on mayo 5, 2021 0 664 Views
Por Fernando Elías Hernández

De lo particular.

Iniciaron las campañas por dirigir los destinos del municipio de Cuautitlán Izcalli.

Es de sobra conocido que cada elección es distinta, por los actores, las coyunturas nacionales y estatales, además de las nuevas correlaciones de fuerza que en los municipios se tejen.

Más allá de las preferencias partidarias, muy pocos han entendido cuáles son esas diferencias, aquí enumero algunas:

  • Es una contienda de estructuras como todas las elecciones intermedias, pero en esta ocasión observamos equipos completos que han cambiado de lealtad partidaria.
  • La capacidad de diferenciación de cada candidato lo pondrá en posición de competencia. Esa diferenciación se dará tanto en los aspectos de imagen personal, propuestas y formas de comunicarlas.
  • La habilidad para tejer alianzas y compromisos con grupos, personas y organizaciones sociales, en primer lugar con aquellos que no hayan sido tomados en cuenta dentro de sus propios institutos políticos.

A lo nacional.

También resulta evidente que se encuentran en juego dos visiones de país. Una que pretende una transformación institucional (estemos o no de acuerdo en las formas o fines) y otra que pretende que las cosas permanezcan como estaban con algunos “ajustes”, dicen ellos.

Un punto en contra de aquellos que pretenden que todo se mantenga igual, pero con algunos cambios, es la amarga experiencia que Vicente Fox dejó en la población después de asumir la presidencia en el año 2000. La mayor crítica a Fox fue que dilapidó de manera grosera el “Bono Democrático” que la mayoría de los electores le otorgaron. Prefirió negociar con la burocracia y los poderes fácticos que impulsar una Reforma de Estado. El resultado fueron 20 años de retraso en el desarrollo democrático del país; el crecimiento del narcotráfico y el crimen organizado; la pauperización de la población y particularmente de la clase media; el enriquecimiento brutal de un grupo de allegados al poder y finalmente la posibilidad de que el partido al que habían combatido, volviera al poder.

Ahora que López Obrador impulsa las transformaciones que el Estado requiere según su visión de país, e insisto, estemos o no de acuerdo, no se le puede culpar de tratar de aprovechar la confianza electoral que le confirió el pueblo de México.

Se trata de Reformar al Estado desde sus cimientos, por eso no es de extrañar que más de uno, que ha sido beneficiario del sistema, se sienta violentado y amenazado cuando los cambios le significan la posibilidad de perder sus canonjías.

Después de todo, esa es la diferencia de fondo. Cambiar o volver al pasado.

La estrategia de Andrés.

El fondo de cualquier transformación política es que sea real y otorgue garantías a los que la intervienen. Para que ello ocurra debe haber suficientes elementos de fuerza que obligue a las partes a respetar los acuerdos.

México requiere un nuevo pacto social, un nuevo acuerdo nacional que haga posible su desarrollo, crecimiento e inserción en la economía mundial con mayores ventajas para el pueblo de México.

Y como en toda estrategia, se busca negociar en las mejores condiciones posibles. Cuando el expresidente Fox ganó la presidencia, no comprendió que para iniciar el cambio debería empoderar a los ciudadanos. Para empoderar a los ciudadanos debería disminuir el poder de los grupos que los sustituían o francamente desplazaban asumiendo su representatividad. No pudo o no quiso hacerlo.

López Obrador si lo entendió así desde el principio, por eso su campaña se centró fundamentalmente en obtener la mayoría en las cámaras de diputados y senadores. Después puso en marcha el desmantelamiento de la trama institucional que ha permitido la existencia de grupos que suplantan al ciudadano.

Lo que la oposición no ha entendido es que la transformación es inevitable, lo más que puede suceder es que se retrase en tiempo, pero no en sus resultados.

La construcción de esa nueva institucionalidad es la que debería estar en el centro de la discusión pública porque es ahí en donde se habrá de conciliar el nuevo pacto social que requiere nuestro país. La oposición no ve el bosque por mirar el árbol de la elección que tiene enfrente y eso al final la hará perder.

Y otra vez a lo municipal.

Por esas razones, la transformación en Cuautitlán Izcalli pasa necesariamente por la discusión y construcción de un gobierno que transite por la institucionalidad existente, pero con la visión de empoderar al ciudadano tanto en sus formas de consulta como de toma de decisión, poniendo en práctica nuevas formas de participación popular.

Esa es la contribución que el ámbito municipal debe aportar al proyecto de nación de la Cuarta Transformación, esa es la tarea y ese debe ser el compromiso.

Es por eso que los candidatos que promueven la transformación, deberían tener un perfil de conocimientos y cultura que les permitiera explicar y confrontar discursos, propuestas y perspectivas desde el nivel municipal y su significación en la construcción de un proyecto de nación.

Dos proyectos de nación y dos perspectivas de interpretación se enfrentan en esta elección.

Quien logre explicar de mejor manera su proyecto de nación tendrá más oportunidades de ganar.

Lo único que debemos condenar es la mentira.

*Fernando Elías Hernández es presidente de la Asociación Nacional de Locutores Delegación Estado de México